Que no haya más despedidas.




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Mañana te voy a ver desde afuera de esas puertas que nos separan.
Te voy a comer con los ojos mientras vos no me veas.
Me vas a buscar impaciente, porque aunque no me encuentres entre la muchedumbre, sabés que estoy.
Que cuando esas puertas opacas, se abran de par en par, para vos y tu maleta. Mi cuerpo ágil se va a fundir con el tuyo.
Que por unos segundos no vamos a pensar en la valija.
Que el mundo se caiga mientras me hundo en tu pecho. Que como en una película de Bond, todo se prenda fuego a nuestras espaldas.
Y nosotros, con las manos entrelazadas, caminamos sin mirar atrás.

5 comentarios:

Ana dijo...

qué lindo lo que escribiste!!!
son fabulosos los reencuentros!

italo_argentina dijo...

volviste!!!!!!!!!!!!!!
qué bueno!

La condesa sangrienta dijo...

De no haber despedidas no podrían darse encuentros tan extraordinarios!
besos

Vivian García Hermosi dijo...

uff

que incendiario por dios

Carolina dijo...

Me encantò tu descripciòn del encuentro, siempre las palabras justas...tenes una capacidad para escribir alucinante nena !!! Y disculpà la confianza para llamarte asì, pero nunca pensaste en editar eso lindo q escribìs ???? Definitivamente, me ENCANTO...Encantada pense y te juro que leyendo las vi abrazandose...que lindo por Dios !!!
Pd: Habìa cambiado de PC y volviendo a releer mi blog di con un comentario tuyo y recorde tu blog. En buena hora.