Tristísima

Si la ventana diera a algún paisaje me iría por ella, lejos, hasta casa. Al cuarto de la infancia donde aún se oyen risas y secretos. Donde unas manos despiertas cubren mi cuerpo dormido para alejarme del frío de la noche, desde donde puedo oír las conversaciones del comedor. Donde en la cocina alguien revuelve una olla de maíz y albahaca. Volver, aunque sea, para mirar. Mirar de pasada, echar un vistazo. Dejarse querer, sin reproches. Dejarse abrazar por una madre. Dejar que alguien rece por uno. Pero la vida no se muestra tan risueña. Se me aparece soñolienta y cansada. Triste. Tristísima

1 comentarios:

Anónimo dijo...

que buen texto... fantastico blog. brindo x esto!