Tortas fritas de memoria


Para mi novio no es domingo si no hay tortas fritas. Increíble. Así que antes de escuchar el llantito de por favor me pongo manos a la obra. La harina de España no tiene nada que ver con la nuestra. Le cuesta muchísimo más leudar. Entonces las hago así: en un plato hondo, acá no tengo ni un bols, pongo una taza de harina, una pizca de sal, una cucharada de levadura en polvo y agua tibia hasta que tome. La dejo leudar 10-15 min, la divido en bollitos y la aplasto con la mano. Le hago el tradicional agujero en el centro y la pongo en la sarten con aceite caliente. Para mí el secreto es que el azúcar hay que ponérselo apenas salen de la sarten, entonces al estar caliente aún se pega. Saco todas y voilá! Paz hasta el domingo siguiente.

No quiero acostumbrarme

No quiero dejar de ver las cosas evidentes, me resisto a olvidarme de mi realidad argentina. Uno se va adormeciendo, hasta que zass un día se olvida y empieza a decir sin verguenza y a viva voz: sho no vuelvo a la Argentina ni loco, ashá vistes todo es miseria, se estan muriedo de hambre. Además salis a la cashe y te matan por 5 pesos. Acá sí que se vive papá.
Los pequeños indicios de que éste es un país desarrollado están en las cosas de todos los días.
Por ejemplo los autos tienen las tapas de las ruedas. Es lo común. Nadie se las roba.

huecos


Hay días en que la casa está tan vacía
que apenas cruzar la puerta ella se te derrumba encima.

Prueba y error.


Cuando uno es niño cree que el mundo empieza en nuestra habitación y termina en un grito. Cree que alguien escucha el eco. Cree que mañana será mejor o igual. Cree que sus compañeros del colegio, el confidente e incluso la maestra serán sus amigos para toda la vida. Cree que la persona que le "gusta" se casará con uno y tendrán hijos. Cree que el día empieza cuando abre los ojos y termina cuando nos llaman para ir a cenar.

Yo cuando era una enana creía que el 2.000 iba a ser un año mágico, que yo ya estaría casada con hijos como mi mamá a sus 21 años. Creía que si me subía muy alto podría volar y que si me escondía nadie me encontraría.

La vida consistía en el prueba y error. Y los errores eran, como mucho, un raspón en la rodilla y un día en penitencia.

Los malos duermen hasta tarde


Esta mañana de sábado nos levantamos a las 8.30 para ir a trabajar. Al salir de casa nos encontramos a la policía haciendo un control.

Yo, aún somnolienta, no pude más que reírme.
Acaso creen que alguno de los "malos" estará despierto a estas horas.

¿De qué vive un blogger?

Estamos hablando de un real blogger esos que viven para la causa. Esos hiperactivos que publican mil entradas diarias. ¿De qué vive? Qué tipo de trabajo es el que te permite pasarte el día sin trabajar, sin un jefe, sin una eterna lista de cosas pendientes.
O yo soy una ineficiente o hay un submundo muy interesante que se me está negando.

Gula nostálgica.


Hay días como hoy que mataría por comer una Tita, hace como una semana que vengo sintiendo el síndrome de abstinencia. Y todos los días le digo al Vene: ¿me compraste Titas? y él me mira. En Tenerife no hay mucho mercado-ciber-pseudo consulado argentino. Un día me tenté, me tomé el tranvia hasta Santa Cruz y le/me compre un tarro de Dulce de Leche, pero acá no hay La Serenisima, puuuuuhh.

Asi que ando tentada, mucho, muchísimo. Me metí a buscar alfajores en Internet, me topé con una foto de los Havanna, cada vez estoy peor. Entre a una web que venden productos de la nostalgia y ahí las ví: una caja de 32!!! Titas de oferta 4.50 euros, una ganga. Lo único, a Canarias entrega en 10 días.
Dios, dame fortaleza.

l´amour

Tremendamente enamorada de las cosas diarias e imperceptibles.
Del olor de nuestra casa, de nuestro desorden, de nuestro hábitos, de nuestra vida.

Antes creía que lo encantador del amor estaba en las rarezas, ahora me doy cuenta de que está en lo más evidente. Está en tus ojos recién abiertos, en rascarse la espalda a la mañana, está en el café.

Foto de Franca Alejandra

Sutilezas urbanas






Me gusta cuando la gente dice las cosas de un modo no obvio, me gustan las metáforas y los giros lingüísticos.

Me gusta cuando la gente dice:

"Me dejé dormir", en vez de "me quedé dormido".

"Agua del tiempo", en vez de agua a tempetura ambiente.

Me gustan los nombres de las calles de mi nueva ciudad, incluso la genialidad de Sabina queda chica frente al Callejón de la Amargura de La Laguna.



Llanto, dolor y muchas lágrimas cubiertas de purpurina. El entierro de la sardina.

Añoche fuimos a la entierro de la sardina. Es el "fin del carnaval" que continúa hasta el sábado que viene. Un monumental ritual pagano mezcla de gay parade festival freak y retreta de la plaza de Chacras. Consiste en un desfile donde la gente se disfraza de "luto", caminan por las calles de la ciudad velando a una sardina gigante que luego queman para despedir a DON CARNAL. Imposible imaginarlo sin verlo.





¿Por qué antes escribía más si tenía menos tiempo?

Tremenda ironía

Hoy al salir del trabajo la vi. Estaba esperandome como un picho abandonado, de esos que ponen su mejor pose, inflan el pecho para que te derritas y los lleves a casa. Erguida y reluciente. Esplendorosa tabla de planchar. Si, si, de plaaanchar. Me dio pena, porque me miraba con ojos así. Minuciosamente examine su estado y estaba nueva, nueva de verdad. Y bueh, me la subí al cochecin y me la traje a nuestra casa bajamarina. Al llegar a casa le toqué el portero al Vene y el bajo a ver nuestra nueva adquisición, algo que jamás hubiesemos comprado.
Genial, además de la ultra pro plancha que tira chorros de vapor, calor, distingue telas, se limpia sola, entre otras cosas, ahora tenemos una super tabla para no planchar.
Si encuentro un vaporizador y un Vívere la palmo.