huecos


Hay días en que la casa está tan vacía
que apenas cruzar la puerta ella se te derrumba encima.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El dificil arte de encontrar lo divino en lo cotidiano.
Totalmente sorprendido de tu talento.
Martín

Anónimo dijo...

"...El tercer hijo solo compró un pequeño objeto. Era una vela. Espero hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz..."

Una historia de Etiopía

Rosario Diaz Araujo dijo...

Martín: muchas gracias por la exageración.
Rafa: es curioso como una vela llena una casa de luces y de sombras.

Unknown dijo...

Pasu!! Estoy anonadada, entre a dejar un comentario porque tu comentario me parecio lo maximo y encuentro otros comentarios que tambien son lo maximo. Mejor me callo. Los amo a todos (Julio Iglesias dixit).

Daniela Lucena y Gisela Laboureau dijo...

creo que comprendo tu sensacion. a veces me pasa.

Rosario Diaz Araujo dijo...

MEC, bienvenida y muchas gracias por hacerme reir con lo de Julio, así somo en este blog, jajajaja.
Saludos y un placer.

Rosario Diaz Araujo dijo...

Morkelik, si alguna vez te ha pasado es tremendo, sobre todo lo que duelen las tejas en la frente.
Gracias por compartir la sensacion. Se agradece.