Me quema. Me pica por dentro, por debajo de la piel. Me sacudo, estoy incómoda en mi propio cuerpo.
Ayer estuvo todo el día trastornada, loca, con ideas muy extrañas en mi mente. Lo peor es luchar contra tu propia mente, querer engañarla. Decir, bueno a partir de ahora, ya nunca más pienso en eso. A lo que tu mente contesta: Ah si.. ahora vas a ver lo que es tener ideas recurrentes.