Una vez estaba en Mendoza con mi hermano en el auto buscando estacionamiento en el shopping. Dimos mil vueltas y no encontrabamos sitio. En una de esas vimos que alguien estaba por meterse en un estacionamiento perfecto, vimos la chapa y era chileno. Los muy piolas le arrebatamos el lugar. La mujer indignada se bajó y nos empezó a decir de todo, creo que nosotros nos reíamos. Nunca me voy a olvidar cuando dijo, con los ojos llenos de lágrimas, que era argentina pero por trabajo vivía en Chile. Que allá la trataban como una paria y acá también. De más está decir que le devolvimos su lugar y le pedimos perdón. Muchas veces uno también es un gran idiota.
De idioteces
20.3.08 | Publicado por Rosario Diaz Araujo en 17:47
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4 comentarios:
Espectacular tu ejercicio de salir de tu rol y meterte en el otro. Me estas cayendo muy bien
Concido con Tolenti, gran ejercicio para no ver solo los errores ajenos y poder entenderlos de los otros.
uf, que situacion mas dificil. pero estuvieron muy bien.
Tolenti y anónimo: gracias, más que un ejercicio es tratar de ver primero la estupidez propia para relativizar la ajena.
Morkelik, sabés que ahora que lo pienso me da como pena lo que hicimos, pero por otra parte eran otras epocas, donde por ejemplo en Mendoza casi no había extranjeros y creo que también era un poco de ignorancia.
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