Despegarse


Una vez me quedé en Santa Cruz sin nada, ni billetera, ni teléfono móvil, ni nada. Me dio tal desesperación porque me di cuenta de que estaba sola y tuve que pedir unas monedas por la calle para llamarte.
Anoche mientras te ayuda a armar las maletas y esta mañana cuando te despediste fue inevitable volver a sentirme así.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es terrible hallarse sin nada y en la nada, con la conciencia hecha pedazos, por eso siempre hay que guardes una moneda debajo de la manga y así celebrar una esperanza en medio de la luna.

un placer leer estas sensaciones.

besos

Anónimo dijo...

fe de erratas: donde pone "guardes" quise decir: "guardar"

estos dedos míos, que son tan traviesos...

Rosario Diaz Araujo dijo...

Es tan cierto eso de que uno valora lo que tiene cuando no está. El simple acto de abrir el bolso y tener la seguridad de que ahí hay dinero, teléfono, ayuda y soluciones es tranquilizador.
Será ese adormecimiento calmo que produce la rutina y la estabilidad.

tolenti dijo...

Es bueno vaciarse. Para reencontrarse. Sin las cosas. Sin el otro. Una misma.